Inicio - Especiales - Tiempo Ordinario - Enseñanzas de San José - día octavo
Generic filters

Filtro

Enseñanzas de San José – día octavo

Enseñanzas de San José

Enseñanzas de San José - día 8

Enfócate en la entrega incondicional

San José vivió una vida de sacrificio, de continua generosidad, entrega y servicio.

No se conoce queja alguna de su parte, por el contrario, siempre se evidencia a un hombre que, con entereza supo abrazar su tarea diaria y desarrollarla con amor.

Propósito para hoy

Este acto de amor generoso te invita a hacer lo mismo en tu vida diaria, tanto en tu relación con Dios como en tus relaciones con los demás.

San José, que viviste una vida de sacrificio y servicio, enséñame a darme a los demás sin reservas, siguiendo el ejemplo de tu amor por Dios y por tu familia. Amén.

Rosario a San José

Contempla los ocho misterios:

1. El anuncio del ángel de que lo concebido en María es obra del Espíritu Santo.
2. La búsqueda de posada en Belén.
3. El nacimiento del Niño Jesús en Belén.
4. La presentación del Niño Jesús en el templo, ofreciendo un par de tórtolas o dos palomas.
5. La huida a Egipto con Jesús y con María.
6. El regreso de la Sagrada Familia a Nazaret.
7. Jesús perdido y hallado en el templo.
8. La gloriosa muerte de San José, en brazos de Jesús y de María.

Cómo rezar el Rosario

Se menciona el misterio y se reza 7 veces entre cada misterio (en honor a los siete dolores y siete gozos de San José) lo siguiente:

V/ San José, custodio de los sagrados de Jesús y de María.
R/ Inflama mi corazón para que en él solo reine, Jesús, como reinó en tu santo corazón.

En lugar del Gloria: se reza

V/Jesús, José y María,
R/ Les doy el corazón y el alma mía.

Al final del rosario, rezar tres veces:
V/ San José, patrono de los devotos de los Sagrados Corazones de Jesús y de María
R/ Ruega por nosotros.

Oración Final

Glorioso patriarca San José, cuya intercesión, sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, a fin de que tengan una feliz solución. Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en ti. Y, dado que lo puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén

 

 

Loading