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Enseñanzas de San José – día veintinueve

Enseñanzas de San José

Enseñanzas de San José - día 29

Confía en la providencia de Dios

San José confiaba en Dios, y a pesar de las incertidumbres que enfrentaba, nunca dudó de que el Señor le daría lo que necesitaba para cuidar de su familia.

Su vida, te enseña que Dios nunca se deja ganar en generosidad y que siempre dispone de todo lo necesario para cumplir con su voluntad.

Propósito para hoy

San José siempre hizo lo que tenía que hacer y confío completamente en el Señor, por eso, con firme convicción: “Haz todo como si dependiera de ti, sabiendo que al final todo depende de Dios”
San José, ayúdame a confiar siempre en Dios, sabiendo que Él nunca me abandonará y siempre proveerá de todo lo que necesito. Amén.

Rosario a San José

Contempla los ocho misterios:

1. El anuncio del ángel de que lo concebido en María es obra del Espíritu Santo.
2. La búsqueda de posada en Belén.
3. El nacimiento del Niño Jesús en Belén.
4. La presentación del Niño Jesús en el templo, ofreciendo un par de tórtolas o dos palomas.
5. La huida a Egipto con Jesús y con María.
6. El regreso de la Sagrada Familia a Nazaret.
7. Jesús perdido y hallado en el templo.
8. La gloriosa muerte de San José, en brazos de Jesús y de María.

Cómo rezar el Rosario

Se menciona el misterio y se reza 7 veces entre cada misterio (en honor a los siete dolores y siete gozos de San José) lo siguiente:

V/ San José, custodio de los sagrados de Jesús y de María.
R/ Inflama mi corazón para que en él solo reine, Jesús, como reinó en tu santo corazón.

En lugar del Gloria: se reza

V/Jesús, José y María,
R/ Les doy el corazón y el alma mía.

Al final del rosario, rezar tres veces:
V/ San José, patrono de los devotos de los Sagrados Corazones de Jesús y de María
R/ Ruega por nosotros.

Oración Final

Glorioso patriarca San José, cuya intercesión, sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, a fin de que tengan una feliz solución. Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en ti. Y, dado que lo puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén

 

 

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