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Enseñanzas de San José – día veintisiete

Enseñanzas de San José

Enseñanzas de San José - día 27

Acepta la voluntad de Dios desde el amor

San José aceptó la divina voluntad con responsabilidad, aunque en ocasiones representara sacrificios personales.

Dios, muchas veces, te llevará por caminos que no esperas. Sin embargo, el ejemplo de San José te recuerda que, con obediencia y amor descubres el propósito que Dios tiene para tu vida.

Propósito para hoy

San José te enseña que descansando en los brazos providentes de Dios puedes dar pasos de fe.

No se trata de que hagas grandes cambios, empieza a dar el primer paso y lo demás, vendrá por añadidura.

San José, te pido que fortalezcas mi fe y me ayudes a confiar más plenamente en el amor de Dios. Amén.

Rosario a San José

Contempla los ocho misterios:

1. El anuncio del ángel de que lo concebido en María es obra del Espíritu Santo.
2. La búsqueda de posada en Belén.
3. El nacimiento del Niño Jesús en Belén.
4. La presentación del Niño Jesús en el templo, ofreciendo un par de tórtolas o dos palomas.
5. La huida a Egipto con Jesús y con María.
6. El regreso de la Sagrada Familia a Nazaret.
7. Jesús perdido y hallado en el templo.
8. La gloriosa muerte de San José, en brazos de Jesús y de María.

Cómo rezar el Rosario

Se menciona el misterio y se reza 7 veces entre cada misterio (en honor a los siete dolores y siete gozos de San José) lo siguiente:

V/ San José, custodio de los sagrados de Jesús y de María.
R/ Inflama mi corazón para que en él solo reine, Jesús, como reinó en tu santo corazón.

En lugar del Gloria: se reza

V/Jesús, José y María,
R/ Les doy el corazón y el alma mía.

Al final del rosario, rezar tres veces:
V/ San José, patrono de los devotos de los Sagrados Corazones de Jesús y de María
R/ Ruega por nosotros.

Oración Final

Glorioso patriarca San José, cuya intercesión, sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, a fin de que tengan una feliz solución. Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en ti. Y, dado que lo puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén

 

 

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