San José, patrono de la Iglesia Universal
La Sagrada Escritura nos habla en el nuevo Testamento de San José. Allí se presenta a este hombre como una persona justa. Este atributo está en la cima de las gracias especiales que también se le otorgarían más adelante a este santo para cumplir con la misión que recibió.
Dios le otorgó dos grandes tareas: primero ser el padre adoptivo de Jesús y segundo ser el esposo casto de la Virgen María, por ello es considerado santo custodio de la Sagrada Familia y patrono de las familias del mundo.
San José fue un hombre sensible y obediente, que se dejó permear por la voluntad de Dios. No era fácil para él acoger su misión teniendo en cuenta el contexto social del momento, pero todo lo trascendió cuando prestó oído atento a la propuesta que Dios le hizo.
La reacción humana, al principio, fue repudiar en silencio a la virgen María. Suponemos la cantidad de emociones y pensamientos que albergaban en su interior, sin embargo, el susurro de Dios se levanta para hablarle a través de sueños y hacer un plan en contra corriente de lo que el mundo ofrece, y son los saltos de fe y confianza de José, los que llevan la batuta de su vida.
La fe y el silencio de José van de la mano, porque se silencia todo lo que humanamente puede ser piedra de tropiezo en el plan de salvación y se abre camino a la fe que guía el camino.
¿Qué podemos aprender de San José?
Todos fuimos creados para cumplir con el sueño de Dios: Ser Santos. Desde el comienzo, Dios crea al hombre a su imagen y semejanza, y en la medida en que nuestra sensibilidad y apertura lo permita, vamos recibiendo de Dios distintas misiones y se nos va capacitando para dar cumplimiento a ello.
San José, se ocupó en silencio y sencillez del cuidado y protección de la Virgen María y Jesús, en medio de la cotidianidad. Por esta razón, pensemos en la exigencia que esta tarea representa y cómo Dios lo dotó de cualidades exquisitas que le confieren las herramientas para trabajar.
Mencionemos algunos dones o patronazgos que hoy se le atribuyen
San José, santo patrono de:
Las familias
La Iglesia Universal
La buena muerte
Los trabajadores
Los inmigrantes
Los papás
Viajeros y perseguidos
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Devoción a San José
Muchos expertos mencionan que, después de la Santísima Virgen María, San José es un gran intercesor. Muestra de ello, lo dan algunos papas que a través de la historia han tenido una gran devoción por este Santo.
Por ejemplo, el Papa Pío IX, declaró a San José Patrono de la Iglesia Universal, El papa Juan XXIII conocido como el “Papa Bueno”, el 19 de marzo de 1961, hizo una carta apostólica donde confiaba a San José la realización del Concilio Vaticano II, Pío XII lo nombró como Patrono de los trabajadores y San Juan Pablo II como Custodio del Redentor, o lo que popularmente se conoce como Patrono de la buena muerte.
Por su parte, el papá Francisco celebró la primera eucaristía de su pontificado, un 19 de marzo de 2013. El papá, en adelante, ha honrado de muchas maneras a este Santo.
El 8 de diciembre de 2020, el Papa Francisco publicó la carta apostólica Patris corde (Con Corazón de Padre), en el marco de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, al celebrarse los 150 años de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal. Desde ese momento, y hasta diciembre de 2021, el Santo Padre Francisco declaró el “Año de San José”.
Además, en varias ocasiones, ha manifestado su gran cariño por San José, hasta el punto de contar como anécdota que en su escritorio tiene una imagen de San José durmiendo, y cuando tiene algún problema o dificultad, toma papel y lápiz y escribe su petición, dejándolo debajo de San José, para que lo sueñe.
San José en el mundo actual
Hoy más que nunca la Iglesia necesita avivar una época josefina con gran sentido.
Sustraer de San José sus dones, y ponerlos al servicio, sobre todo, de la familia, tan fragmentada en estos tiempos.
Hoy cuando las nuevas ideologías intentan desacreditar la familia y el matrimonio, y se traen a colación chistes y comentarios de mal gusto en relación este Sacramento, se hace urgente responder con las acciones de San José para salvar, proteger, cuidar y preservar el hogar.
Clamemos todos juntos con esta oración
Oración a San José de papa Juan XXIII
San José, sé siempre para nosotros un protector.
Que tu espíritu interior de paz, dé silencio,
Dé trabajo honrado y dé oración al servicio de la Iglesia,
nos vivifique y nos alegre, en unión con tu esposa bendita,
nuestra dulce e inmaculada madre María,
en el amor fuerte y suave a Jesús,
Rey glorioso e inmortal de los siglos y de los pueblos.
Amén
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