Memoria litúrgica del Inmaculado Corazón de María
La historia de la devoción del Inmaculado Corazón tiene antecedentes desde el siglo XVII, con el movimiento espiritual que había iniciado San Juan Eudes.
El santo afirmaba que el Corazón de María es la fuente y el principio de todas las grandezas y excelencias que la adornan y que la hacen estar por encima de todas las creaturas; por ser hija predilecta de Dios Padre, madre muy amada de Jesús y esposa fiel del Espíritu Santo.
Posteriormente con las apariciones de Fátima y conforme a estos mensajes, el Papa Pío XII, el 31 de Octubre de 1942 consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María y el 4 de mayo de 1944 instituyó la fiesta del Inmaculado Corazón de María.
La celebración del Inmaculado Corazón de María, está íntimamente vinculada con la del Sagrado Corazón de Jesús, la cual se celebra el día anterior.
Ambas fiestas se celebran, viernes y sábado respectivamente, en la semana siguiente al domingo de Corpus Christi.
Los Corazones de Jesús y de María están maravillosamente unidos en el tiempo y la eternidad desde el momento de la Encarnación.
El texto evangélico de la liturgia de este día, nos muestra el corazón prudente de María, que guarda el plan de Dios en su corazón, aunque en principio, no lo comprenda.
Es el corazón dócil que se deja conducir por el Espíritu, exquisitamente fiel a la voluntad de Dios; corazón orante que mantiene viva la esperanza, más allá de la prueba de la cruz!
Entreguémonos al Corazón de María diciéndole:
«¡Llévanos a Jesús de tu mano!
¡Llévanos, Reina y Madre, hasta las profundidades de su Corazón adorable!
¡Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros!
La imagen del Corazón Inmaculado de María, tiene varios símbolos:
El corazón de María representa su humildad, obediencia y caridad.
Las rosas representan su pureza virginal.
La Espada representa la profecía de Simeón, que fue dada a María en el Templo, donde se le profetiza los sufrimientos que va a padecer.
Las llamas representan su amor maternal y poderoso.
Especial: Inmaculado Corazón de María
Oración al Inmaculado Corazón de María
Oh, Madre de los hombres y de los pueblos,
Tú que conoces los sufrimientos de sus corazones,
Tú qué sabes las luchas que afligen a la humanidad,
Más allá de todas sus debilidades,
Escucha nuestra humilde súplica,
Que por intercesión de tu inmaculado corazón,
Dirigimos a tu hijo Jesucristo;
Abraza con amor de Madre a nuestra familia,
Que confiamos y consagramos a tu corazón!
¡Oh virgen Inmaculada y pura,
Líbranos del hambre y de la enfermedad,
Líbranos de la división y del odio,
Líbranos de la esclavitud del pecado,
Y del olvido de los mandamientos de Dios!
Ilumínanos con la luz del Espíritu Santo,
Para que tu Corazón inmaculado reine en nuestras vidas,
E intercediendo por todos los hombres,
Nos alcance la eterna salvación.
Amén.