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Año de la esperanza, Jubileo 2025

El Jubileo 2025: Un Año de Fe y Renovación

El Jubileo 2025 es una celebración de gran importancia para la Iglesia Católica y para millones de fieles en todo el mundo. Este acontecimiento, que se celebra cada 25 años, es una oportunidad para la reflexión, la renovación espiritual y el fortalecimiento de la fe.

El tema de enfoque propuesto por el papá Francisco para este año jubilar es la esperanza: sobre el lema: “La esperanza no defrauda”

Este mensaje enfatiza la importancia de la fe y la esperanza en tiempos de incertidumbre, fomentando la conversión, el perdón, la reconciliación y el compromiso con los valores cristianos.

Origen y significado del Jubileo

La tradición del Año Jubilar se remonta al año 1300, cuando el Papa Bonifacio VIII instituyó la primera celebración e indicó que cada 100 años se llevaría a cabo.

Desde entonces, se ha convertido en un evento significativo dentro del calendario litúrgico católico. Durante el Jubileo, la Iglesia ofrece a los fieles la posibilidad de obtener indulgencias plenarias a través de la confesión, la comunión y la oración.

En el año 1342, dada una petición de la comunidad romana, el papa Clemente VI, redujo a 50 años dicha celebración.

El papa Pablo II redujo, en 1475, a 25 años la celebración de los jubileos.

Cabe resaltar que, en el año 2015, el papá Francisco, convoco un Año Santo Extraordinario, conocido como el Jubileo de la Misericordia o Año de la Misericordia, que se celebró entre el 8 de diciembre de 2015 y el 20 de noviembre de 2016.

¿Qué es una indulgencia plenaria y cómo obtenerla?

De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), la Indulgencia Plenaria “es la remisión, ante Dios, de la pena temporal por los pecados ya perdonados” (CEC n.1471), que pueden ganar los fieles, bautizados no excomulgados, que se hallen en gracia.

Para comprender mejor su significado es preciso recordar, que el pecado, según su gravedad, conlleva una doble consecuencia:

1. Pena eterna: resultado del pecado grave que nos priva de la comunión con Dios, y por lo tanto, nos hace incapaces de pasar la eternidad con Él; es decir, nos hace acreedores de la condenación. Cuando cometemos un pecado grave, nos arrepentimos y nos confesamos, y se nos perdona en su totalidad esta ‘pena eterna‘.
2. Pena temporal: consecuencia del pecado, sea venial o mortal, que se ha de purificar en esta vida o después de la muerte, en el Purgatorio. Ahora bien, la indulgencia plenaria o parcial es la remisión ante Dios de esa pena temporal por los pecados ya perdonados en la confesión.

En otras palabras, la indulgencia plenaria sirve para liberar a los fieles de la pena eterna de los pecados confesados y perdonados, desde el momento del Bautismo hasta la fecha en que obtuvo esa indulgencia plenaria.

De acuerdo a lo anterior, si una persona falleciera inmediatamente después de haber obtenido la indulgencia plenaria, no pasaría por el purgatorio, sino que iría directamente a gozar de la presencia de Dios.

¿Cómo obtener la indulgencia plenaria?

Existen una serie de propuestas sobre las cuales podemos trabajar para la concesión de la indulgencia, durante el Jubileo del año 2025.

A continuación, listamos algunas actuaciones que podemos realizar en pos de esta causa, sin embargo, dando clic aquí, pueden encontrar el comunicado oficial en relación con este tema, expedido directamente por el vaticano.

-Arrepentimiento del pecado
-Acudir al sacramento de la penitencia
-Alimento de la Santa Comunión
-Oración por las intenciones del sumo Pontífice
-Realizando peregrinaciones sagradas
– Visitar devotamente cualquier lugar jubilar y realizar adoración eucarística y meditación.
– Obras de misericordia (físicas y espirituales) y de penitencia

La Bula del Jubileo:

La tradición indica que cada Jubileo se proclame a través de la publicación de una Bula Papal (o Bula Pontificia) de convocatoria. Por “Bula” se entiende un documento oficial, generalmente escrito en latín, con el sello del Papa.

La Bula de convocatoria del Jubileo, en la que se indican las fechas de inicio y fin del Año Santo, suele publicarse el año anterior.

Conoce aquí la Bula del Jubileo 2025

Actividades y Eventos

Durante el Año Jubilar, Roma es epicentro de numerosas celebraciones, incluyendo peregrinaciones, audiencias papales especiales y misas solemnes.

Del 25 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2026, todos los fieles podrán peregrinar a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro del Vaticano.

La acción de abrir la Puerta Santa es un rito profundamente significativo, no solo para la Iglesia, sino para todos los cristianos. En palabras del Papa, este es «el momento de un nuevo Jubileo«, un tiempo de gracia que nos llama a la reconciliación, a la conversión y a un renovado encuentro con Dios. La Puerta Santa no es solo un umbral físico, sino un símbolo de la invitación divina a cruzar hacia un nuevo comienzo, un camino de esperanza que se abre ante todos.

También se espera que miles de fieles visiten las cuatro basílicas mayores de Roma para obtener la indulgencia jubilar.

En diferentes países, las diócesis y parroquias organizan actividades para facilitar la participación de los fieles que no puedan viajar a Roma. Entre estas iniciativas se incluyen retiros espirituales, jornadas de oración y actos de caridad.

En definitiva, el Jubileo 2025 debemos vivirlo no como un acto religioso aislado de nuestra cotidianidad, sino como la oportunidad de encontrar bendición, gracia y santidad en todo momento. Pues es un llamado y una oportunidad para la renovación espiritual y el fortalecimiento de la fe.

Oración del Jubileo

Padre que estás en el cielo,
la fe que nos has donado en
tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano,
y la llama de caridad
infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo,
despierten en nosotros la bienaventurada esperanza
en la venida de tu Reino.

Tu gracia nos transforme
en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio
que fermenten la humanidad y el cosmos,
en espera confiada
de los cielos nuevos y de la tierra nueva,
cuando vencidas las fuerzas del mal,
se manifestará para siempre tu gloria.

La gracia del Jubileo
reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza,
el anhelo de los bienes celestiales
y derrame en el mundo entero
la alegría y la paz
de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente,
sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.

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