Jueves Santo
El jueves santo tiene su importancia y significado porque:
• En el Jueves Santo se instituye la Eucaristía en la última cena del Señor.
La Eucaristía es importante:
– La Eucaristía es alimento que comemos y nutre nuestra vida
– La Eucaristía es actualización o memorial del sacrificio redentor único y universal de Cristo en la cruz
– La Eucaristía es el alma del mundo que nos permite vivir en comunión como hermanos.
– La Eucaristía es presencia de Jesús en el Sagrario
• En el Jueves Santo se hace también memoria del mandamiento del amor, en el lavatorio de los pies de Jesús a sus discípulos.
• En el Jueves Santo se instituye el sacramento del sacerdocio.
La tarde del Jueves Santo, da inicio, al solemne triduo pascual.
Jueves santo, un día único para agradecer, alabar y adorar a Jesús Eucaristía.
El Jueves Santo es el jueves por excelencia, donde adoramos a Jesús Pan de vida a través de la institución del Sacramento de la eucaristía, que se da en la última cena del Señor con sus apóstoles.
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El jueves Santo, es un día propicio para reflexionar sobre la presencia de Jesús vivo y real, pan de vida que contemplamos en adoración.
El jueves Santo en la noche, la tradición insta a la comunidad católica a visitar el monumento eucarístico de siete templos o parroquias. Es una especie de peregrinación santa que hace alusión al número de lugares que visitó Jesús antes de su condena a muerte.
Pero más allá tradición de visitar a Jesús en los distintos sagrarios, el jueves Santo es la oportunidad para valorar y agradecer la grandeza del regalo que Jesús ha dado a su iglesia, en la eucaristía no solo una vez al año, sino todos los días de la vida.
Cuando se presenta la vida ante la presencia de Jesús Eucaristía en el sagrario, se obtiene orientación y guía que debemos seguir en la vida, el aval para continuar o la alerta para convertirnos de actitudes equivocadas.
Se cuenta que una vez, en medio de la conversación entre dos amigos, uno le preguntó al otro:
“¿Es verdad que los católicos creen que Jesús está presente verdaderamente en la hostia que se reserva en el sagrario, que está en las parroquias?”.
La otra persona respondió:
“Así es, cuando la hostia ha sido consagrada, allí reside Jesús -no hay duda de eso- añadió”.
Este ejemplo es claro para reflexionar sobre las verdades de nuestra fe y preguntarnos:
¿Visito a Jesús Eucaristía solo en jueves Santo?
¿Lo hago con fe y devoción, o más como una costumbre o rutina?
¿Visito a Jesús Eucaristía una vez a la semana el jueves en la hora santa?
¿He visitado a Jesús Eucaristía, pero no soy consciente de su presencia?
Hoy es un día para vivir la experiencia de la compañía de Jesús Eucaristía en el sagrario de una manera diferente, es un llamado a experimentarlo, adorarlo, y postrarnos de rodillas para recibir discernimiento y fortaleza en el obrar.
¿Cómo se puede experimentar la presencia de Jesús Eucaristía en el sagrario?
– Es el lugar de la transfiguración, en el que si hay una completa apertura de corazón humano, solo se puede decir como lo hizo Pedro: ,»Señor, ¡qué bien se está aquí».
– Es el lugar para “ser y estar”, pues la sola presencia en el silencio es curativa. «Yo lo miro y Él me mira” Santo Cura de Ars
– Es el rinconcito de amor donde Jesús Eucaristía está esperando por toda la humanidad.
-Este tiempo que pasamos frente a Jesús Eucaristía en el sagrario, es el abono para la cosecha.
– Es poner ante la presencia del Señor, todos los proyectos de vida y dejar que Jesús Eucaristía los transforme, los pula y perfeccione
– Es un espacio de libertad y de profunda intimidad unidos a Jesús Eucaristía, donde le hablamos con toda la sinceridad del corazón
– Es el lugar donde basta con nuestra presencia y buena disposición, porque, aunque no tengamos mucho para decirle, Jesús Eucaristía en el sagrario tiene todo por entregarnos.
-Jesús Eucaristía en el sagrario es el único lugar al que llegamos vacíos y salimos llenos de paz, de, fortaleza, de amor y bendiciones especiales.
– Jesús Eucaristía en el sagrario es el lugar donde se gestan innumerables testimonios de conversión personal de los creyentes.
– Jesús eucaristía en el sagrario es el lugar donde se experimenta una paz y gozo inigualables.
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Para darle plenitud a los regalos que Jesús nos entrega en jueves Santo, del mandamiento del amor, de la Eucaristía y del sacerdocio, se requiere la oración, adoración y alabanza que de manera personal podamos tener con ÉL.
Pero entonces, ¿cómo debe ser nuestro papel ante la presencia de Jesús Eucaristía en el sagrario? ¿Cómo debo vivirlo?
El siguiente ejemplo ayuda a responder esta pregunta. Cuando estamos frente al sol, no importa la posición que tengamos, pues siempre los rayos del sol van a llegar hasta nosotros. Así mismo es la presencia de Jesús, si le visitamos, pero no sabemos qué decir, cómo ubicarnos, qué hacer, su sola presencia va a empezar a calar en nuestra alma y, como los rayos del sol en el cuerpo, los rayos de su amor en el sagrario, darán su fruto en el alma y el corazón.
Cuando visitamos a Jesús Eucaristía, el amor lo explicará todo con el tiempo. En ese sentido, lo que en principio nos debe importar es “estar”, porque el “cómo” tendrá respuesta en su momento.
En definitiva, si se vive este Jueves Santo en clave de:
Certeza: no hay duda de que Jesús Eucaristía está allí y que es la posibilidad de encontrarnos con Él en un lugar físico, como quien aparta un espacio en su vida para tomarse un café con su mejor amigo.
Permanencia: ser recurrente en los encuentros. No es suficiente con un día a la semana, una vez al mes, un día al año. Es la conciencia de permanecer en ese lugar seguro al que podemos llegar, anclarnos y permanecer.
Fe: Aunque las dudas, el silencio, la tentación nos hagan dudar de que Jesús no está allí presente, no permitamos que la incertidumbre y el miedo sea más grande que nuestra fe.
Amor: quien ama, busca ver y compartir con su ser amado. Dejarse amar por Jesús es una de las decisiones más importantes de la vida, y en su presencia, se puede experimentar la plenitud de su amor que lo contiene y lo explica todo.
Si se vive este Jueves Santo en clave de certeza, de permanecer, de fe y de amor, reconoceremos la presencia viva de Jesús que convierte la más lejana ausencia en presencia, y la sequía y esterilidad más fuerte, en los frutos y la cosecha más abundante.
Pues estar frente a Jesús Eucaristía reservado en el Sagrario, es un momento de sanación y liberación ante su gloriosa presencia, y nos recuerda que, “No se puede hacer nada con las manos, si no se hace primero con las rodillas» y lo más maravilloso es que Él está allí lleno de amor cumpliendo su promesa: «Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo».
Oremos:
Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Sea para siempre bendito y alabado.
Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Sea para siempre bendito, alabado y adorado.
Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Sea para siempre bendito, alabado y adorado.
Venimos Señor en este día a adorarte. En este jueves Santo oramos por la Iglesia. Ponemos en manos de Dios la vida de la Iglesia, la vida de los pastores, de los sacerdotes. Señor queremos poner en tus manos la vida y la paz del mundo entero, todos los continentes, los países. Queremos presentarte las familias del mundo entero. Desde este lugar te adoramos, te bendecimos, te alabamos Señor.
Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Sea para siempre bendito, alabado y adorado.
Mi Jesús sacramentado, mi dulce amor y consuelo.
Quien te amara tanto que de amor muriera.
Dios los bendiga, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.