San José
La solemnidad de San José es una celebración respetada y querida por la iglesia Católica. A este Santo varón, son encomendadas muchas causas de la humanidad.
Reconozcamos los patronazgos de San José y sus huellas de santidad.
San José, patrono de la Iglesia Universal
San José es patrono de la Iglesia Universal. Dios mismo le encargó el cuidado de María y del niño Jesús, y en ellos, a la Iglesia del mundo entero.
El Beato Papa Pío IX declaró a San José, el 8 de diciembre de 1870, como Patrón o Protector de la Iglesia Universal.
San José, modelo de padre y esposo, y custodio de la Sagrada Familia
Con tal amor, cuidado, entrega absoluta, diligencia, humildad, obediencia, cuido San José a la familia de Nazaret, que los hogares suelen encomendar su protección a este santo hombre.
Se le declara con este patronazgo:
«al haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio al misterio de la Encarnación y a la misión redentora que le está unida; al haber utilizado la autoridad legal, que le correspondía en la Sagrada Familia, para hacer de ella un don total de sí mismo, de su vida, de su trabajo; al haber convertido su vocación humana de amor doméstico en la oblación sobrehumana de sí mismo, de su corazón y de toda capacidad en el amor puesto al servicio del Mesías nacido en su casa» (Patris Corde, 1).
San José, patrono de los moribundos y de la buena muerte
Este patronazgo a San José es muy conocido y se encomienda la vida de los moribundos y el clamor de la misericordia de Dios a la hora de la muerte.
«Siendo merecidamente considerado como el más eficaz protector de los moribundos, habiendo muerto con la presencia de Jesús y María, será cuidado de los sagrados Pastores inculcar y fomentar […] aquellas piadosas asociaciones que se han establecido para suplicar a José en favor de los moribundos, como las “de la Buena Muerte”, del “Tránsito de San José” y “por los Agonizantes”» Papa Benedicto XVI
San José, patrono de los migrantes
El evangelista San Mateo describe a San José como el migrante perseguido y valiente.
San José nos habla y nos dice hoy: la vida siempre nos depara adversidades, persecuciones, desplazamientos, injusticias, esto es verdad, y ante ellas también podemos sentirnos amenazados, pero debemos actuar con la valentía y confiar en la Providencia de Dios.
Confiemos en San José diciéndole:
San José, tú que has experimentado el sufrimiento de los que deben huir.
tú que te has visto obligado a huir para salvar la vida de los seres queridos,
protege a todos los que huyen a causa de la guerra, el odio, el hambre.
Sostenlos en sus dificultades, fortalécelos en la esperanza y haz que encuentren acogida y solidaridad.
Guía sus pasos y abre los corazones de quienes pueden ayudarlos. Amén.
San José, patrono de los trabajadores
San José consagró su vida al cuidado de su familia, y procuraba a través del trabajo que desempeñaba como carpintero, proveer el sustento diario para su hogar.
Cada primero de mayo, se celebra la fiesta de San José Obrero y el día internacional del Trabajo, fecha instituida por el papa pio XII, en el marco de una reunión de un grupo de obreros en la plaza de san Pedro, en el Vaticano.
San José, patrono de la vida interior, del silencio y de las comunidades religiosas y de los Contemplativos.
El papa Juan Pablo II y el papa Benecito XVI hablaron en su momento de la relación de San José con las comunidades religiosas y contemplativos orantes.
También han hecho especial énfasis sobre este patronazgo las instituciones de vida consagrada cuyos miembros profesan los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia por medio de votos u otro vínculo sagrado.
San José paralelamente es conocido como el “Santo del silencio”, debido a que no se conoce ninguna palabra pronunciada por él en la sagrada escritura. Sin embargo, su silencio contemplativo, activo a la escucha de la palabra de Dios, lo lleva a accionar y dar frutos de servicio en su misión con la sagrada familia de Nazaret.
San José, patrono de los hombres:
Cada 19 de marzo, se conmemora la Solemnidad de San José, y a su vez el día del hombre, en honor a todas las cualidades de este santo varón. El papa Sixto IV oficializó esté día para esta celebración, fecha que había sido propuesta desde 1371 por el papa Gregorio IX.
En especial, la iglesia conmemora este patronazgo y celebra este día haciendo alusión a la Exhortación Apostólica Custodio Redentor del papa Juan Pablo II, acerca de San José.
“José es quien Dios eligió para ser el “supervisor del nacimiento del Señor”, aquel que tiene la responsabilidad de cuidar la entrada “ordenada” del Hijo de Dios en el mundo, de acuerdo con las disposiciones divinas y las leyes humanas (Custodio del Redentor, pág. 8)
San José, patrono de los diplomáticos:
El papa san Juan XXIII, conocido como el “papa bueno” y recordado por convocar a la realización del Concilio Vaticano II, le confió este acontecimiento eclesial a San José.
El diario Vaticano L’Osservatore Romano (LOR) publicó el 18 de marzo de 1961 un artículo del papa San Juan XXIII donde hacia alusión a San José como «el mejor maestro y patrono de los diplomáticos de la Santa Sede» razón por la cual se alude a este patronazgo.
Oración a San José para casos imposibles
“Oh glorioso San José, tú que fuiste elegido por Dios para ser el padre adoptivo de Jesús, te suplico que escuches mi oración.
Tú conoces la dificultad que estoy atravesando en este momento y la imposibilidad que parece rodearla.
Pero confío en tu poder como intercesor y en tu misericordia como santo.
Te pido que intercedas ante el Señor para que me conceda la gracia que tanto necesito.
Sé que nada es imposible para Dios y que Él tiene el poder de obrar milagros en mi vida.
Te pido que intercedas por mí y me ayudes a encontrar la solución a este problema que me aqueja.
Te agradezco por tu intercesión y por tu protección, y prometo difundir tu devoción entre quienes buscan ayuda en momentos de dificultad.
Amén.”
