Jueves 3 de octubre
Misterios de luz
Testimonio de un sacerdote
“Cuando padecí las primeras horas del secuestro con el Gobernador de Antioquia, en el domingo, 21 de abril del año 2002, con toda la fuerza de mi corazón, le pedí a la Santísima Virgen María, en la oración de la Salve, al final del Santo Rosario, que pudiera ser liberado.
Experimente, al final de la oración y con la camándula en la mano, que La Virgen me cuidaría y protegería y que mi petición, seria escuchada, como efectivamente ocurrió.
No contaron con la misma suerte, mis dos compañeros de cautiverio, que fueron asesinados un año después de su secuestro.
Siempre sentí, en esta situación tan puntual, la mano amorosa e intercesora de la Santísima Virgen María.
Fue una certeza clara, sin fundamento racional, más que la claridad de experimentar el amor maternal, tierno y firme de María, que me acompañaba y me cuidaba.
Esto lo reafirmé, más claramente, con el paso de los años, al mirar en retrospectiva, este acontecimiento doloroso, donde estuve expuesto a tanto peligro, a manos de mis secuestradores, que veía como maquinas humanas, solo formados para el odio, la obediencia ciega y la guerra”
Intención: Te pedimos, María, por todas las personas que se encuentran privadas de la libertad y han perdido la paz de su corazón.
Bendición del Santo Rosario para no tener miedo y confiar en Dios
Con el rezo del Rosario el ser humano es socorrido
Promesa del Santo Rosario:
Prometo mi protección y las gracias más grandes, para todos los que con devoción recen el Rosario.
¿Por qué rezar el Santo Rosario?
Mediante la contemplación y la meditación de sus santos misterios de gozo, de luz, de dolor y de gloria, hallamos paz.
Los santos aman el Rosario
«El rosario es la oración que acompaña siempre mi vida; también es la oración de los sencillos y de los santos, es la oración de mi corazón».
Papa francisco
Jueves 3 de octubre
Misterios de Luz