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Evangelio De Hoy l Padre Carlos Yepes I domingo 25 julio 2021

Evangelio del día 

Para escuchar el evangelio y la reflexión puedes darle clic al video

Reyes 4, 42-44:

En aquellos días, uno de Baal-Salisá vino a traer al profeta Eliseo el pan de las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja. Eliseo dijo: Dáselos a la gente, que coman. El criado replicó: ¿Qué hago yo con esto para cien personas? Eliseo insistió: Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: Comerán y sobrará.
Entonces el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor.

Salmo 145:

R/. Abres tú la mano, Señor, y nos sacias

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R/.

Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos, cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.

Efesios 4,1-6:

Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.

San Juan 6,1-15:

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: ¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?» Lo decía para tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe contestó: Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos? Jesús dijo: Decid a la gente que se siente en el suelo. Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo. Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

Ideas centrales del evangelio por el padre Carlos Yepes

¿Qué descubrimos a partir de esta multiplicación de los panes y los peces?,

Se nos habla de un Jesús pastor que, precisamente, sobre un pastizal alto, buenos pastos, buenos campos, lleva a sus ovejas; se nos habla de cómo hay una total desproporción entre la cantidad de panes y peces, y la multitud inmensa: cerca de cinco mil hombres, para mostrar la sobreabundancia de los dones mesiánicos, la vida divina que no tiene límites.

Hoy reconocemos, a partir de este gran milagro, que Jesús quiere anticipar, anunciar, construir la imagen de lo que es el gran pan, el gran don para el mundo, el pan de la vida prefigurado en la eucaristía.

más allá de quedarnos, ciertamente, en la caridad operada con los hambrientos, en la compasión que sintió por los necesitados, en reconocer la comunión y solidaridad con aquellos que estaban sin nada que comer, reconocemos que Jesús quiere mostrar un signo más alto, más noble, más elevado, quiere demostrar la sacramentalidad.

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