Evangelio del Hoy Padre Carlos Yepes
Para escuchar el evangelio de hoy 21 noviembre y la reflexión puedes darle clic al siguiente video.
Lectura de hoy
Del segundo libro de los Macabeos 6,18-31
En aquellos días, Eleazar era uno de los principales maestros de la ley, hombre de edad avanzada y semblante muy digno.
Le abrían la boca a la fuerza, para que comiera carne de cerdo.
Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente al suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida.
Algunos de los encargados, viejos amigos de Eleazar, movidos por una compasión legítima, lo llevaron aparte y le propusieron que hiciera traer carne permitida, preparada por él mismo, y que la comiera haciendo como que comía la carne del sacrificio ordenado por el rey, para que así se librara de la muerte y, dada su antigua amistad, lo tratasen con consideración.
Pero él, adoptando una actitud cortés, digna de sus años, de su noble ancianidad, de canas honradas e ilustres, de su conducta intachable desde niño y, sobre todo digna de la ley santa dada por Dios, respondió sin cortarse, diciendo en seguida:
– ¡Enviadme al sepulcro!
No es digno de mí edad ese engaño. Van a creer los jóvenes que Eleazar a los noventa años ha apostatado, y si miento por un poco de vida que me queda se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso sería manchar e infamar mi vejez. Y aunque de momento me librase del castigo de los hombres, no me libraría de la mano del Omnipotente, ni vivo ni muerto. Si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años y legaré a los jóvenes un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar una muerte noble y voluntaria, por amor a nuestra santa y venerable ley.
Dicho esto, se fue enseguida al suplicio.
Los que le llevaban, considerando insensatas las palabras que acababa de pronunciar, cambiaron en dureza su actitud benévola de poco antes. Pero él, a punto de morir a causa de los golpes, dijo entre suspiros:
-Bien sabe el Señor, dueño de la ciencia santa, que, pudiendo librarme de la muerte, aguanto en mi cuerpo los crueles dolores de la flagelación, y que en mi alma los sufro con gusto por temor de él.
De esta manera terminó su vida, dejando no sólo a los jóvenes, sino también a toda la nación, un ejemplo memorable de heroísmo y de virtud.
Palabra de Dios, te alabamos Señor.
Salmo de hoy
Salmo 3:
El Señor me sostiene.
Señor, cuántos son mis enemigos, cuántos se levantan contra mí; cuántos dicen de mí:
«Ya no le protege Dios.»
El Señor me sostiene.
Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria, Tú mantienes alta mi cabeza. Si grito invocando al Señor,
Él me escucha desde su monte santo.
El Señor me sostiene.
Puedo acostarme y dormir y despertar: el Señor me sostiene. No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor.
El Señor me sostiene.
Evangelio de hoy
Del santo Evangelio según san Lucas 19,1-10
En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
-Zaqueo, baja enseguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.
Él bajó en seguida, y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
-Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor:
-Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.
Jesús le contestó:
-Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
Reflexión del Evangelio de Hoy 21 de noviembre de 2023
Nueva vida
1). La humildad nos lleva a salir de nuestras falsas seguridades materiales.
2). Saqueo nos enseña a sanar las relaciones enfermas, codiciosas y posesivas con el dinero.
3). Jesús ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Propósito: Señor, dame la gracia de ser libre interiormente, de dejarte alojar en mi corazón, para renovar verdaderamente nuestra vida.