Inicio - Evangelio - Evangelio de hoy - Evangelio de hoy - miércoles 22 noviembre 2023
Generic filters

Filtro

Evangelio de hoy – miércoles 22 noviembre 2023

Evangelio del Hoy Padre Carlos Yepes

Para escuchar el evangelio de hoy 22 noviembre y la reflexión puedes darle clic al siguiente video.

Lectura de hoy

Del segundo libro de los Macabeos 7,1.20-31

En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la ley.

Ninguno más admirable y digno de recuerdo que la madre. Viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un día, lo soportó con entereza, esperando en el Señor. Con noble actitud, uniendo un temple viril a la ternura femenina, fue animando a cada uno, y les decía en su lengua:

-Yo no sé cómo aparecisteis en mi seno: yo no os di el aliento ni la vida, ni formé con los elementos vuestro organismo. Fue el Creador del universo, el que modela la raza humana y determina el origen de todo. Él, con su misericordia, os devolverá el aliento y la vida, si ahora os sacrificáis por su ley.

Antíoco creyó que la mujer lo despreciaba, y sospechó que lo estaba insultando.

Todavía quedaba el más pequeño, y el rey intentaba persuadirlo; más aún, le juraba que si renegaba de sus tradiciones lo haría rico y feliz, lo tendría por amigo y le daría algún cargo.

Pero como el muchacho no hacía el menor caso, el rey llamó a la madre y le rogaba que aconsejase al chiquillo para su bien.

Tanto le insistió, que la madre accedió a persuadir al hijo: se inclinó hacia él y, riéndose del cruel tirano, habló así en su idioma:

-Hijo mío, ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en el seno, te amamanté y crie tres años y te he alimentado hasta que te has hecho un joven.
Hijo mío, te lo suplico, mira el cielo y la tierra, fíjate en todo lo que contienen y ten presente que Dios lo creó todo de la nada, y lo mismo da el ser al hombre. No temas a ese verdugo; ponte a la altura de tus hermanos y acepta la muerte. Así, por la misericordia de Dios, te recobraré junto con ellos.

Estaba todavía hablando, cuando el muchacho dijo:

– ¿Qué esperáis? No me someto al decreto real. Yo obedezco los preceptos de la ley dada a nuestros antepasados por medio de Moisés. Pero tú, que has tramado toda clase de crímenes contra los hebreos, no te escaparás de las manos de Dios.

Palabra de Dios, te alabamos Señor.

Salmo del día de hoy

Salmo (17):

Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante.

Señor, escucha mi apelación, atiende a mis clamores, presta oído a mi súplica, que en mis labios no hay engaño.

Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante.

Mis pies, estuvieron firmes en tus caminos, y no vacilaron mis pasos. Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío, inclina el oído y escucha mis palabras.

Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante.

Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus alas escóndeme. Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia, y al despertar me saciaré de tu semblante.

Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante.

Evangelio del día de hoy

Del santo Evangelio según san Lucas 19,11-28

En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro:

Dijo, pues:

-Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.

Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles:

-Negociad mientras vuelvo.

Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron tras de él una embajada para informar: «No queremos que él sea nuestro rey».

Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.

El primero se presentó y dijo:

-Señor, tu onza ha producido diez.

Él le contestó:

-Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades.

El segundo llegó y dijo:

-Tu onza, señor, ha producido cinco.

A ése le dijo también:

-Pues toma tú el mando de cinco ciudades.

El otro llegó y dijo:

-Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo porque eres hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras.

Él le contestó:

-Por tu boca te condeno, empleado holgazán.

¿Con que sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro?

Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco?

Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses.

Entonces dijo a los presentes:

-Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez.

Le replicaron:

-Señor, si ya tiene diez onzas.

-Os digo: Al que tiene se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.

Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia.

Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.

Reflexión del Evangelio de Hoy 22 de noviembre de 2023

Se recibe para compartir

1). Los dones, talentos, no son adornos para el hombre, son cualidades llamadas a ser colocadas al servicio de los demás.
2). Cuando ponemos al servicio de los demás los dones que Dios da, se multiplican
3). Por el contrario, un don que Dios da, cuando se atesora de manera miedosa, egoísta o cómoda, ese talento se atrofia

Propósito: Señor, dame responsabilidad con los carismas, las cualidades y talentos que me has dado

 

Loading