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Evangelio De Hoy l Padre Carlos Yepes I domingo 03 octubre 2021

Evangelio del día 

Para escuchar el evangelio y la reflexión puedes darle clic al video

Genesis 2,18-24:

El Señor Dios se dijo: – «No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.» Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre. El hombre dijo: – «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne.» Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.»

Salmo 126

Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.

Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida.

Que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz a Israel!

Hebreos 2,9-11

Hermanos: Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pa­sión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quién y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos.

San Marcos 10,2-12:

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le pregunta­ron a Jesús, para ponerlo a prueba: – «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?» Él les respondió: – «¿Qué os ha mandado Moisés?» Contestaron: – «Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.» Jesús les dijo: – «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precep­to. Al principio de la creación Dios «los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se uni­rá a su mujer, y serán los dos una sola carne». De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.» En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: – «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, co­mete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»

Ideas centrales del evangelio por el padre Carlos Yepes

La primera: el matrimonio sacramento, es la bendición de Dios, entendida como la gracia divina, que te capacita para vivir los grandes valores de la convivencia, de una manera más plena y de una manera más profunda: la fidelidad, la donación, el perdón, la entrega recíproca, la capacidad del servicio del uno al otro.

El amor al otro es más importante que el amor al dinero, lo decimos muy a propósito de que no pocas parejas hoy se acercan al sacerdote y dicen: queremos casarnos, y a la pregunta del sacerdote, ¿se sienten preparados?, ellos responden: ¡Sí!, los dos trabajamos, cada uno tiene su carro, y estamos pagando el apartamento o la casa, entre los dos.

Se habla de bienes económicos, pero a veces no se habla del amor humano, como que si la sociedad conyugal fuera una sociedad comercial o sociedad de bienes, y no una sociedad de vida y de amor.

Reconozcamos la importancia de la comunicación existencial antes que funcional. Nuestra comunicación se ha vuelto funcional, atender a los requerimientos del banco, el crédito hipotecario, pagar los servicios públicos, ir a la reunión de la niña, de la hija en el colegio y demás.

Pero esa comunicación existencial se ha perdido, olvidando que la comunicación más efectiva, es la comunicación afectiva, y que debemos de vez en cuando escucharnos con el corazón.

y con más frecuencia apagar el televisor, el teléfono móvil o celular, el computador, para sentarnos a conversar con tranquilidad en el plano de la pareja.

No involucres en tus discusiones conyugales a tus hijos, los vas a hacer sufrir, no resientas a tus hijos contra tu pareja; no te victimices, no lleves chismes a el trabajo sobre tu pareja, no manipules a tus hijos, a tus seres queridos.

 

 

 

 

 

 

 

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