Evangelio del día
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Del libro del profeta Jeremías 31,1-7:
En aquel tiempo -oráculo del Señor-, seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo.
Así dice el Señor:
-Halló gracia en el desierto el pueblo escapado de la espada; camina Israel a su descanso, el Señor se le apareció de lejos.
Con amor eterno te amé, por eso prolongué mi misericordia.
Todavía te construiré, y serás reconstruida, Doncella de Israel; todavía te adornarás y saldrás con panderos a bailar en corros; todavía plantarás viñas en los montes de Samaría, y los que plantan cosecharán.
Es de día» gritarán los centinelas en la montaña de Efraín: Levantaos y marchemos a Sión, al Señor nuestro Dios.
Porque así dice el Señor:
-Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el amor de los pueblos; proclamad, alabad y decid:
El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel.
Palabra de Dios, te alabamos Señor.
Lectura sálmica: Jr 31,10.11-12ab.13:
El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas:
«El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como pastor a su rebaño.»
El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte.
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor.
El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Entonces se alegrará la doncella en la danza, gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas.
El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Del santo Evangelio según san Mateo 15,21-28:
En aquel tiempo, Jesús salió y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:
-Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle:
-Atiéndela, que viene detrás gritando.
Él les contestó: -Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió de rodillas:
-Señor, socórreme.
Él le contestó: -No está bien echar a los perros el pan de los hijos.
Pero ella repuso: -Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.
Jesús le respondió: -Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.
En aquel momento quedó curada su hija.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Tres ideas centrales del evangelio por el padre Carlos Yepes
¿Cómo es tu relación con el dinero?
1). Dios habla, incluso en el silencio.
2). Pide a los demás el regalo de la oración.
3). Persevera sin cansarte. Dios te escucha