Evangelio del día
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Romanos 8,28-30:
Hermanos: Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.
Salmo 13
Desbordo de gozo con el Señor.
Porque yo confío en tu misericordia: alegra mi corazón con tu auxilio.
Y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
San Mateo 1,18-23: (Forma Breve)
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: –«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de los pecados.» Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa «Dios con nosotros».»
Ideas centrales del evangelio por el padre Carlos Yepes
Celebramos con gran alegría el nacimiento, el cumpleaños de nuestra madre la Virgen María.
Agradezcamos la vida de nuestra madre del cielo María, y agradezcamos también el día de nuestro cumpleaños; el don más grande que Dios nos ha dado es la vida y el don o el regalo más grande que podemos dar a Dios, es vivir bien.
María entregó ese regalo precioso al Padre Dios viviendo bien, cumpliendo su altísima tarea de madre del Redentor, siendo fidelísima en la escucha y en la obediencia a la palabra sembrada en su corazón.
Alegrémonos, porque encontramos en esta criatura perteneciente a una clase social sencilla los, “Anawin”, (una condición socio religiosa de los que se confían en Dios).
Nos enseña, su vida, a descubrir el camino más corto, más perfecto, más expedito, para acceder a la sabiduría del hombre más sabio que ha pasado por esta tierra: Jesucristo, verdadero hombre, verdadero Dios.
