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Evangelio De Hoy l Padre Carlos Yepes l viernes 09 julio 2021

Evangelio del día 

Para escuchar el evangelio y la reflexión puedes darle clic al video

Efesios 1, 3-6, 11-12.

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.

Salmo 113

R/. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.

Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. /R.

De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. /R.

¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? /R.

Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo. /R.

San Lucas 11, 27-28

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron. Pero él repuso: Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

Ideas centrales del evangelio por el padre Carlos Yepes

¿Qué es la fe?, podríamos afirmar que es simplemente la actitud existencial de aquella persona que sabe colocar, que sabe entregar toda su vida a las manos providentes de Dios.

La confianza irrestricta o absoluta es solo en Dios, porque Dios, a diferencia de los hombres, no se muere, los hombres si nos morimos; Dios, a diferencia de los hombres, no deja de amarnos totalmente, los hombres o mujeres en los cuales hemos colocado nuestra confianza si pueden dejar de amarnos.

Solo en Dios, a diferencia de los hombres, lo puede todo; el poder de los humanos es relativo, es discutible, por eso pasamos de una fe humana: en un papá, en una mamá, en un jefe, en un superior jerárquico, en quien te presta un servicio: un abogado, un ingeniero, un médico, aún un sacerdote, y pasamos esa confianza irrestricta solo en Dios.

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