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Evangelio De Hoy l Padre Carlos Yepes l domingo 27 junio 2021

Evangelio del día 

Para escuchar el evangelio y la reflexión puedes darle clic al video

Lectura del libro de la Sabiduría 1,13-15

Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo, y los de su partido pasarán por ella.

Salmo 30:

R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.

Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo. R/.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.

Segunda de Corintios 8,7.9.13-15:

Hermanos: Ya que sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tenéis, distínguíos también ahora por vuestra generosidad. Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza. Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar.En el momento actual, vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día, la abundancia de ellos remediará vuestra falta; así habrá igualdad. Es lo que dice la Escritura: Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba.

San Marcos 5:21-24, 35b-43

Jesús, entonces, atravesó el lago, y al volver a la otra orilla, una gran muchedumbre se juntó en la playa en torno a él. En eso llegó un oficial de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a sus pies suplicándole: «Mi hija está agonizando; ven e impón tus manos sobre ella para que se mejore y siga viviendo». Jesús se fue con Jairo; estaban en medio de un gran gentío, que lo oprimía. Jesús estaba todavía hablando cuando llegaron algunos de la casa del oficial de la sinagoga para informarle: «Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar ya al Maestro? «. Jesús se hizo el desentendido y dijo al oficial: «No tengas miedo, solamente ten fe». Pero no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Cuando llegaron a la casa del oficial, Jesús vio un gran alboroto: unos lloraban y otros gritaban. Jesús entró y les dijo: «¿Por qué este alboroto y tanto llanto? La niña no está muerta, sino dormida». Y se burlaban de él. Pero Jesús los hizo salir a todos, tomó consigo al padre, a la madre y a los que venían con él, y entró donde estaba la niña. Tomándola de la mano, dijo a la niña: «Talita kumi», que quiere decir: «Niña, te lo digo, levántate!». La jovencita se levantó al instante y empezó a caminar (tenía doce años). Qué estupor más grande! Quedaron fuera de sí. Pero Jesús les pidió insistentemente que no lo contaran a nadie, y les dijo que dieran algo de comer a la niña.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Ideas centrales del evangelio por el padre Carlos Yepes

Dios creo al hombre para la eternidad, Dios creó al hombre para la inmortalidad, para la vida abundante, para la salud plena;

Dios no quiere que el ser humano viva con una existencia precaria, enferma, por eso si miramos la verdad de nuestra vida debemos de vivir agradecidos, en alabanza a Dios, que nos ha creado para una vida abundante.

Hoy conozcamos que la muerte no es solamente la biológica, orgánica o material; hay muerte espiritual, muerte emocional, muerte afectiva, muerte moral en nuestro corazón, y lo dirá claramente el libro de la Sabiduría.

No vale la pena vivir con amarguras, resentimientos, envidias, malestar, rabietas interiores frente a los demás, ambicionando, deseando lo que otros tienen como lo hizo el maligno desde el inicio de los tiempos.

Dios nos hizo para la inmortalidad y Jesús viene a vencer la enfermedad, el mal y la muerte en la vida del ser humano, dando salud a la mujer hemorroísa o que padecía flujos de sangre desde hacía 12 años y dando vida a esta niña de 12 años, hija de Jairo, el jefe de la sinagoga judía.

 

 

 

 

 

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