Inicio - Evangelio - Evangelio de hoy - Evangelio De Hoy l Padre Carlos Yepes l sábado 10 julio 2021
Generic filters

Filtro

Evangelio De Hoy l Padre Carlos Yepes l sábado 10 julio 2021

Evangelio del día 

Para escuchar el evangelio y la reflexión puedes darle clic al video

Génesis 49

En aquellos días, Jacob dio las siguientes instrucciones a sus hijos:
-Cuando me reúna con los míos, enterradme con mis padres en la cueva del campo de Efrón, el hitita, la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré, en Canaán, la que compró Abrahán a Efrón, el hitita, como sepulcro en propiedad. Allí enterraron a Abrahán y Sara, su mujer, allí enterraron a Isaac y a Rebeca, su mujer; allí enterré yo a Lía. El campo y la cueva fueron comprados a los hititas. Cuando Jacob terminó de dar instrucciones a sus hijos, recogió los pies en la cama, expiró y se reunió con los suyos. Al ver los hermanos de José que había muerto su padre, se dijeron: -A ver si José nos guarda rencor y quiere pagarnos el mal que le hicimos. Y mandaron decirle: -Antes de morir tu padre nos encargó: Esto diréis a José: Perdona a tus hermanos su crimen y su pecado y el mal que te hicieron. Por tanto, perdona el crimen de los siervos del Dios de tu padre. José al oírlo se echó a llorar. Entonces vinieron los hermanos, se echaron al suelo ante él, y le dijeron: -Aquí nos tienes, somos tus siervos. Pero José les respondió: -No tengáis miedo, ¿soy yo acaso Dios? Vosotros intentasteis hacerme mal, pero Dios intentaba hacer bien, para dar vida a un pueblo numeroso, como hoy somos. Por tanto, no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros hijos. Y los consoló hablándoles al corazón. José vivió en Egipto con la familia de su padre y cumplió ciento diez años; llegó a conocer los hijos de Efraín, hasta la tercera generación, y también los hijos de Maquir, hijo de Manasés; los llevó en las rodillas. José dijo a sus hermanos: -Yo voy a morir. Dios cuidará de vosotros y os llevará de esta tierra a la tierra que prometió a Abrahán, Isaac y Jacob. Y los hizo jurar: -Cuando Dios cuide de vosotros, llevaréis mis huesos de aquí.

Salmo105:

R/. Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

Dad gracias al Señor, invocad su nombre, dad a conocer sus hazañas a los pueblos;
cantadle al son de instrumentos, hablad de sus maravillas. R/.

Gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro. R/.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo, hijos de Jacob, su elegido! El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R/.

San Mateo 10,24-33:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:-Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados! No les tengáis miedo, porque nada hay cubierto, que no llegue a descubrirse; nada hay escondido, que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.

Ideas centrales del evangelio por el padre Carlos Yepes

Un seguidor de Jesús no debe escandalizarse ni desanimarse cuando sea objeto de maledicencia, de críticas, de incomprensiones, de burlas o desprecios; es parte de la suerte que debe de seguir, y que Jesús anuncia desde el momento mismo en que comparte con sus discípulos.

No dejes que nadie, por su malicia, por sus escándalos, por sus malas palabras, te aparte de la verdad y te aparte, te separe de la vida nueva, que, solo el Señor nos puede dar.

Aunque ahora te preocupes porque ves el mal camuflado, que avanza silencioso con astucia e inteligencia certeras, ten la seguridad, que, entre cielo y tierra, como decían las abuelas, entre cielo y tierra nada queda oculto, el mal será descubierto y el bien será reivindicado.

Loading