DIOS MISERCORDIOSO. ¡TEN OMPASIÓN DE MÍ!
¡Oh, Benignísimo Dios! Padre de Misericordia y Señor de todo Consuelo, que no deseas la condenación de aquél que cree y confía en Ti.
Te suplicamos, poder alcanzar Tú Misericordia Divina,
para que podamos ser salvados y protegidos de todo mal,
para que logremos la conversión de nuestra alma,
para que alcancemos la paz y sosiego en nuestras vidas,
para que nos levantemos aún en las tribulaciones más grandes de nuestra vida
y podamos cumplir siempre y fielmente con Tu Santísima Voluntad,
la cual es la Misericordia misma.
Te lo pedimos por Tu Hijo y nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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Oración de la noche, ideal para descansar en los brazos de Dios.
