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Laudes – oración de la mañana – domingo 26 mayo 2024

Laudes

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V/ Señor, abre mis labios.
R/ Y mi boca proclamará tu alabanza.

-Salmo 66–

Ant. Venid, adoremos al Dios verdadero, uno en la Trinidad y trino en la Unidad.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.

Ant. Venid, adoremos al Dios verdadero, uno en la Trinidad y trino en la Unidad.

¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

Ant. Venid, adoremos al Dios verdadero, uno en la Trinidad y trino en la Unidad.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges al mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.

Ant. Venid, adoremos al Dios verdadero, uno en la Trinidad y trino en la Unidad.

¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

Ant. Venid, adoremos al Dios verdadero, uno en la Trinidad y trino en la Unidad.

La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga, que le teman
hasta los confines del orbe.

Ant. Venid, adoremos al Dios verdadero, uno en la Trinidad y trino en la Unidad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Venid, adoremos al Dios verdadero, uno en la Trinidad y trino en la Unidad.

HIMNO
El Dios uno y trino,
misterio de amor,
habita en los cielos
y en mi corazón.

Dios escondido en el misterio,
como la luz que apaga estrellas;
Dios que te ocultas a los sabios,
y a los pequeños te revelas.

No es soledad, es compañía,
es un hogar tu vida eterna,
es el amor que se desborda
de un mar inmenso sin riberas.

Padre de todos, siempre joven,
al Hijo amado eterno engendras,
y el Santo Espíritu procede
como el Amor que a los dos sella.

Padre, en tu gracia y tu ternura,
la paz, el gozo y la belleza,
danos ser hijos en el Hijo
y hermanos todos en tu Iglesia.

Al Padre, al Hijo y al Espíritu,
acorde melodía eterna,
honor y gloria por los siglos
canten los cielos y la tierra. Amén.

Ant. A ti el honor y el imperio, a ti la gloria y el poder, a ti la alabanza y la aclamación por los siglos de los siglos, oh Santa Trinidad.

SALMO 62,2-9

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mi labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. A ti el honor y el imperio, a ti la gloria y el poder, a ti la alabanza y la admiración por los siglos de los siglos, oh Santa Trinidad.

Ant. Todas tus criaturas, oh Trinidad santa, justamente te alaban, te adoran y te glorifican.

CÁNTICO de DANIEL: 3,57-88.56

Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
Ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
Astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
Vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

Ant. Todas tus criaturas, oh Trinidad santa, justamente te alaban, te adoran y te glorifican.

Ant. Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos.

SALMO 149:

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles,
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos.

LECTURA: 1Co 12, 4-6
Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.

RESPONSORIO BREVE
V/ A ti la alabanza y la gloria, oh santa Trinidad.
R/ A ti la alabanza y la gloria, oh santa Trinidad.
V/ A ti la acción de gracias por los siglos de los siglos.
R/ Oh santa Trinidad.
V/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R/ A ti la alabanza y la gloria, oh santa Trinidad.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Bendita sea, ahora y por siempre, y por todos los siglos, la santa y única Trinidad, que ha creado y gobierna todas las cosas.

Benedictus. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR. Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por la boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Bendita sea, ahora y por siempre, y por todos los siglos, la santa y única Trinidad, que ha creado y gobierna todas las cosas.

PRECES

Llenos de alegría, adoremos y glorifiquemos al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo:

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Padre santo, a nosotros, que no sabemos pedir lo que nos conviene, dígnate darnos el Espíritu Santo,
—para que venga en ayuda de nuestra debilidad e interceda por nosotros según tú.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Hijo de Dios, que pediste al Padre que diera a tu Iglesia el Defensor,
—haz que el Espíritu de la verdad esté siempre con nosotros.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Ven, Espíritu Santo, y comunícanos tus frutos: el amor, la alegría, la paz, la comprensión, la servicialidad, la bondad,
—la lealtad, la amabilidad, el dominio de sí, la sobriedad, la castidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Padre todopoderoso, que enviaste a nuestros corazones el Espíritu de tu Hijo, que clama: «¡Abba, Padre!»,
—haz que nos dejemos llevar por el Espíritu, para que seamos herederos tuyos y coherederos con Cristo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Cristo, que enviaste el Defensor, que procede del Padre, para que diera testimonio de ti,
—haz que también nosotros demos testimonio de ti ante los hombres.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Digamos ahora juntos la oración que nos enseñó el mismo Señor

Padre nuestro…

ORACIÓN FINAL

Dios, Padre todopoderoso, que has enviado al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio, concédenos profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su Unidad todopoderosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.

CONCLUSIÓN
V./ El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R./ Amén.