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Laudes – oración de la mañana – martes 18 octubre 2022

Laudes

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V/ Señor, abre mis labios.
R/ Y mi boca proclamará tu alabanza.

Salmo 94

Ant: Venid, adoremos al Señor, que nos habla por medio del Evangelio.

Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos.
Ant: Venid, adoremos al Señor, que nos habla por medio del Evangelio.

Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque él lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos.
Ant: Venid, adoremos al Señor, que nos habla por medio del Evangelio.

Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
Ant: Venid, adoremos al Señor, que nos habla por medio del Evangelio.

Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras.
Ant: Venid, adoremos al Señor, que nos habla por medio del Evangelio.

Durante cuarenta años aquella generación me repugnó, y dije: «Es un pueblo de corazón extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso.»»
Ant: Venid, adoremos al Señor, que nos habla por medio del Evangelio.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Venid, adoremos al Señor, que nos habla por medio del Evangelio.

Himno

Vosotros que escuchasteis la llamada de viva voz que Cristo os dirigía, abrid nuestro vivir y nuestra alma al mensaje de amor que él nos envía.

Vosotros que invitados al banquete gustasteis el sabor del nuevo vino, llenad el vaso, del amor que ofrece, al sediento de Dios en su camino.

Vosotros que tuvisteis tan gran suerte de verle dar a muertos nueva vida, no dejéis que el pecado y que la muerte nos priven de la vida recibida.

Vosotros que lo visteis ya glorioso, hecho Señor de gloria sempiterna, haced que nuestro amor conozca el gozo de vivir junto a él la vida eterna. Amén.

Salmodia

Ant: Los santos evangelistas indagaron la sabiduría de sus predecesores y confirmaron su relato con oráculos de los profetas.

Salmo 62,2-9

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Los santos evangelistas indagaron la sabiduría de sus predecesores y confirmaron su relato con oráculos de los profetas.

Ant: Por la fe en la verdad, Dios nos llamó por medio del Evangelio, para que sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Daniel 3,57-88.56

Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor; ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor; astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor; vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor; fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor; témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor; noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor; rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor; cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor; mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor; aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor; santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo, ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo, alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

Ant: Por la fe en la verdad, Dios nos llamó por medio del Evangelio, para que sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Ant: Muchos alabarán su inteligencia, que no perecerá jamás.

Salmo 149

Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos y aplicar el castigo a las naciones, sujetando a los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada es un honor para todos sus fieles.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Muchos alabarán su inteligencia, que no perecerá jamás.

Lectura1Co 15,1-2a.3-4
Os recuerdo hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados y que os está salvando. Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras.

Responsorio breve.
V/. Contaron las alabanzas del señor y su poder.
R/. Contaron las alabanzas del señor y su poder.

V/. Y las maravillas que realizó.
R/. Y su poder.

V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Contaron las alabanzas del señor y su poder.

Cántico Evangélico

Ant: San Lucas, al darnos su evangelio, nos anunció el Sol que nace de lo alto, Cristo, nuestro Señor.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo, por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: San Lucas, al darnos su evangelio, nos anunció el Sol que nace de lo alto, Cristo, nuestro Señor.

Preces
Invoquemos a nuestro Salvador, que, al destruir la muerte, iluminó la vida por medio del Evangelio, y digámosle humildemente:

Confirma a tu Iglesia en la fe y en la caridad

-Tú que, por medio de doctores santos y eximios, has hecho resplandecer de modo admirable a tu Iglesia, haz que los cristianos se alegren siempre de ese resplandor.

Confirma a tu Iglesia en la fe y en la caridad

-Tú que, cuando los santos pastores te suplicaban, como Moisés, perdonaste los pecados del pueblo, santifica, por su intercesión, a tu Iglesia con una purificación continua.

Confirma a tu Iglesia en la fe y en la caridad

-Tú que, en medio de los fieles, consagraste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los dirigiste, llena del Espíritu Santo a todos los que rigen a tu pueblo.

Confirma a tu Iglesia en la fe y en la caridad

-Tú que fuiste el lote y la heredad de los santos pastores, no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre esté alejado de ti.

Confirma a tu Iglesia en la fe y en la caridad

Terminemos nuestra oración con la plegaria que nos enseñó el Señor:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Final
Señor Dios, que elegiste a san Lucas para que, con su predicación y sus escritos, revelara al mundo tu amor hacia los pobres, concede a quienes nos gloriamos de ser cristianos vivir unidos con un solo corazón y una sola alma y haz que todos los pueblos lleguen a contemplar a tu Salvador. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.

 

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