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Oficio de lectura – lunes 11 septiembre 2023

Oficio de Lectura

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Himno: PUERTA DE DIOS EN EL REDIL HUMANO

Puede tomarse del 28 de mayo con salmodia y primera lectura
Puerta de Dios en el redil humano
fue Cristo, el buen Pastor que al mundo vino,
glorioso va delante del rebaño,
guiando su marchar por buen camino.

Madero de la cruz es su cayado,
su voz es la verdad que a todos llama,
su amor es el del Padre, que le ha dado
Espíritu de Dios, que a todos ama.

Pastores del Señor son sus ungidos,
nuevos cristos de Dios, son enviados
a los pueblos del mundo redimidos;
del único Pastor siervos amados.

La cruz de su Señor es su cayado,
la voz de la verdad es su llamada,
los pastos de su amor, fecundo prado,
son vida del Señor que nos es dada. Amén.

Salmodia (Del Común de los Pastores)

Ant. 1: Quien quiera ser el primero que sea el último de todos y el servidor de todos.

Salmo 20, 2-8. 14

Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.

Te adelantaste a bendecido con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.

Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor
y con la gracia del Altísimo no fracasará.

Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.

Ant. 1: Quien quiera ser el primero que sea el último de todos y el servidor de todos.

Ant. 2: Cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria que no se

Salmo 91

Parte I

Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.

Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.

Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.

Ant. 2: Cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria que no se

Ant. 3: Siervo bueno y fiel, pasa al banquete de tu Señor.
Salmo 91
Parte II

Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.

El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;

en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.

Ant. 3: Siervo bueno y fiel, pasa al banquete de tu Señor.

V. Oirás de mi boca una palabra.
R. y les advertirás de mi nombre.

PRIMERA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios12, 31-13, 13
Lo más grande es el amor

Hermanos: Ambicionad los dones más valiosos. Y aún me queda por señalaros un camino excepcional. Ya puedo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles, que, si no tengo amor, no paso de ser una campana ruidosa o unos platillos estridentes. Ya puedo hablar inspirado y penetrar todo secreto y todo el saber, ya puedo tener toda la fe, hasta mover montañas, que, si no tengo amor, no soy nada. Ya puedo dar en limosnas todo lo que tengo, ya puedo dejarme quemar vivo, que, si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no presume ni se engríe no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca. El don de predicar se acabará. El don de lenguas enmudecer. El saber se acabará. Porque inmaduro es nuestro saber e inmaduro nuestro predicar; pero cuando venga la madurez, lo inmaduro se acabará. Cuando yo era niño,hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre, acabé con las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo de adivinar; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora inmaduro; entonces podré conocer como Dios me conoce. En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor.

Responsorio 1 Jn 4, 16. 7R.

Nosotros hemos creído en el amor que Dios nos tiene; *Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en Él.

V. Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios.

R.Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en Él.

Segunda lectura:
De las cartas de San Pedro Claver, presbítero.

Enviado para dar la Buena Noticia a los que sufren,
para vendar los corazones desgarrados,
para proclamar la amnistía a los cautivos.

Ayer, 30 de mayo de este año de 1627, día de la Santísima Trinidad, saltó en tierra un grandísimo navío de negros de los Ríos. Fuimos allí cargados con dos espuertas de naranjas, limones, bizcochuelos y otras cosas. Entramos en sus casas, que parecía otra Guinea. Fuimos rompiendo por medio de la mucha gente hasta llegar a los enfermos, de que había una gran manada echados en el suelo muy húmedo y anegadizo, por lo cual estaba terraplenado de agudos pedazos de tejas y ladrillos, y ésta era su cama, con estar en carnes sin un hilo de ropa.

Echamos manteos fuera y fuimos a traer de otra bodega tablas, y entablamos aquel lugar, y trajimos en brazos los muy enfermos, rompiendo por los demás. Juntamos los enfermos en dos ruedas; la una tomó mi compañero con el intérprete, apartados de la otra que yo tomé. Entre ellos había dos muriéndose, ya fríos y sin pulso. Tomamos una teja de brasas y puesta en medio de la rueda junto a los que estaban muriendo, y sacando varios olores de que llevábamos dos bolsas llenas, que se gastaron en esta ocasión y dímosles un sahumerio, poniéndole encima de ellos nuestros manteos, que otra cosa ni la tienen encima, ni hay que perder tiempo en pedirles a sus amos, cobraron calor y nuevos espíritus vitales, el rostro muy alegre, los ojos abiertos y mirándonos.

De esta manera les estuvimos hablando, no con la lengua sino con manos y obras, que, como vienen de persuadidos de que los traen para comerlos, hablarles de otra manera fuera sin provecho. Asentámonos después o arrodillámonos junto a ellos, y les lavamos los rostros y vientres con vino, y alegrándolos y acariciando mi compañero a los suyos y yo a los míos, le comenzamos a poner delante cuantos motivos naturales hay para alegrar un enfermo.

Hecho esto, entramos en el catecismo del santo baptismo y sus grandiosos efectos en el cuerpo y en el alma, y hechos capaces de ello y respondiéndonos a las preguntas hechas sobre lo enseñado, pasamos al catecismo grande: Uno, remunerador, castigador, etc. Luego les pedimos afectos de dolor, de aborrecimiento de sus pecados, etc. Estando ya capaces, les declaramos los misterios de la Santísima Trinidad, Encarnación y Pasión, y poniéndoles delante una imagen de Cristo Señor Nuestro en la Cruz, que se levanta de una pila bautismal y de sus sacratísimas llagas caen en ella arroyos de sangre, les rezamos, en su lengua, el acto de contrición.

Responsorio: Mateo 25, 35. 40; Juan 15, 12.

R. Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis. * Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.

V. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.

Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.

Oración:

Oh Dios, que con el fin de llevar el Evangelio a los esclavos negros, has dotado a San Pedro Claver de admirable amor y paciencia, concédenos, por su intercesión y ejemplo, que, superadas todas las discriminaciones raciales, amemos a todos los hombres con sincero corazón.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén.

Bendigamos al Señor
Demos gracias a Dios

 

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