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Vísperas – oración de la tarde – domingo 05 junio 2022

Vísperas

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno

Ven, Creador, Espíritu amoroso, ven y visita el alma que a ti clama y con tu soberana gracia inflama los pechos que criaste poderoso.
Tú que abogado fiel eres llamado, del Altísimo don, perenne fuente de vida eterna, caridad ferviente, espiritual unción, fuego sagrado.
Tú te infundes al alma en siete dones, fiel promesa del Padre soberano; tú eres el dedo de su diestra mano, tú nos dictas palabras y razones.
Ilustra con tu luz nuestros sentidos, del corazón ahuyenta la tibieza, haznos vencer la corporal flaqueza, con tu eterna virtud fortalecidos.
Por ti, nuestro enemigo desterrado, gocemos de paz santa duradera, y, siendo nuestro guía en la carrera, todo daño evitemos y pecado.
Por ti al eterno Padre conozcamos, y al Hijo, soberano omnipotente,
y a ti, Espíritu, de ambos procedente, con viva fe y amor siempre creamos. Amén

Salmodia

Ant 1. El Espíritu del Señor llena el universo. Aleluya.

Salmo 109

Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira, quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente, por eso levantará la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Espíritu del Señor llena el universo. Aleluya.
Ant 2. Confirma, oh Dios, lo que has realizado en nosotros, desde tu santo templo de Jerusalén. Aleluya.

Salmo 113

Cuando Israel salió de Egipto, los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente, Judá fue su santuario, Israel fue su dominio.
El mar, al verlos, huyó, el Jordán se echó atrás; los montes saltaron como carneros; las colinas, como corderos.
¿Qué te pasa, mar, que huyes, y a ti, Jordán, que te echas atrás?
¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros; colinas, que saltáis como corderos?
En presencia del Señor se estremece la tierra, en presencia del Dios de Jacob; que transforma las peñas en estanques, el pedernal en manantiales de agua.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Confirma, oh Dios, lo que has realizado en nosotros, desde tu santo templo de Jerusalén. Aleluya.
Ant 3. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar. Aleluya.

Cántico

El cántico siguiente se dice con todos los Aleluya intercalados cuando el oficio es cantado. Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente decir el Aleluya sólo al principio y al final de cada estrofa.
Aleluya.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios
(R. Aleluya)
porque sus juicios son verdaderos y justos.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Alabad al Señor sus siervos todos.
(R. Aleluya)
Los que les teméis, pequeños y grandes.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo.
(R. Aleluya)
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Llegó la boda del cordero.
(R. Aleluya)
Su esposa se ha embellecido.
R. Aleluya, (aleluya).

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar. Aleluya.

Lectura

Esforzaos por mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la meta de la esperanza en la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.
Responsorio
V. El Espíritu del Señor llena el universo. Aleluya, aleluya.
R. El Espíritu del Señor llena el universo. Aleluya, aleluya.
V. Y él, que todo lo mantiene unido, conoce todas las voces.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. El Espíritu del Señor llena el universo. Aleluya, aleluya.
Cántico Evangélico
Ant. Hoy han llegado a su término los días de Pentecostés, aleluya; hoy el Espíritu Santo se apareció a los discípulos en forma de lenguas de fuego y los enriqueció con sus dones, enviándolos a predicar a todo el mundo y a dar testimonio de que el que crea y se bautice se salvará. Aleluya.

Cántico de María.

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Hoy han llegado a su término los días de Pentecostés, aleluya; hoy el Espíritu Santo se apareció a los discípulos en forma de lenguas de fuego y los enriqueció con sus dones, enviándolos a predicar a todo el mundo y a dar testimonio de que el que crea y se bautice se salvará. Aleluya.

Preces

Oremos a Dios Padre, que por medio de Cristo ha congregado a la Iglesia, y digamos suplicantes:
Envía, Señor, a la Iglesia tu Espíritu Santo.
-Tú que quieres que todos los que nos llamamos cristianos, unidos por un solo bautismo en el mismo Espíritu, formemos una única Iglesia,
haz que cuantos creen en ti sean un solo corazón y una sola alma.
-Tú que con tu Espíritu llenaste el universo, haz que los hombres construyan un mundo nuevo en justicia y paz.
-Señor, padre de todos los hombres, que quieres reunir en la confesión de la única fe a tus hijos dispersos, ilumina a todos los hombres con la gracia del Espíritu Santo.
-Tú que por tu Espíritu lo renuevas todo, concede la salud a los enfermos, el consuelo a los que viven tristes y la salvación a todos los hombres.
-Tú que por tu Espíritu resucitaste a tu Hijo de entre los muertos,
infunde nueva vida a los que han muerto.
-Dirijámonos ahora al Padre con las palabras que el Espíritu del Señor resucitado pone en nuestros labios:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Oración

Dios nuestro, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia en todo pueblo y nación, derrama los dones del Espíritu Santo por toda la extensión de la tierra, y aquellas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica continúa realizándolas ahora en los corazones de tus fieles. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Conclusión

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

 

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