Vísperas
Para activar Vísperas, oración de la tarde, dale play en el video
Himno
Jesucristo, Palabra del Padre,luz eterna de todo creyente:
ven y escucha la súplica ardiente,ven, Señor, porque ya se hace tarde.
Cuando el mundo dormía en tinieblas,en tu amor tú quisiste ayudarlo
y trajiste, viniendo a la tierra,esa vida que puede salvarlo.
Ya madura la historia en promesas,sólo anhela tu pronto regreso;si el silencio madura la espera,el amor no soporta el silencio.
Con María, la Iglesia te aguarda con anhelos de esposa y de Madre,y reúne a sus hijos en vela,para juntos poder esperarte.
Cuando vengas, Señor, en tu gloria,que podamos salir a tu encuentro y a tu lado vivamos por siempre,dando gracias al Padre en el reino. Amén.
Salmodia
Ant: A ti, Señor, levanto mi alma; ven y líbrame, Señor, que en ti confío.
Salmo 131-I: Promesas a la casa de David
Señor, tenle en cuenta a David todos sus afanes:cómo juró al Señor e hizo voto al Fuerte de Jacob:
«No entraré bajo el techo de mi casa,no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos,ni reposo a mis párpados,hasta que encuentre un lugar para el Señor,una morada para el Fuerte de Jacob».
Oímos que estaba en Efrata,la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,postrémonos ante el estrado de sus pies.
Levántate, Señor, ven a tu mansión,ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,que tus fieles vitoreen.
Por amor a tu siervo David,no niegues audiencia a tu Ungido.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: A ti, Señor, levanto mi alma; ven y líbrame, Señor, que en ti confío.
Salmo 131-II
Ant: Da su paga Señor, a los que esperan en ti, para que tus profetas sean hallados veraces.
El Señor ha jurado a David una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje pondré sobre tu trono.
Si tus hijos guardan mi alianza y los mandatos que les enseño,
también sus hijos, por siempre,se sentarán sobre tu trono».
Porque el Señor ha elegido a Sión,ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,aquí viviré, porque la deseo.
Bendeciré sus provisiones,a sus pobres los saciaré de pan,
vestiré a sus sacerdotes de gala,y sus fieles aclamarán con vítores.
Haré germinar el vigor de David,enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,sobre él brillará mi diadema».
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Da su paga Señor, a los que esperan en ti, para que tus profetas sean hallados veraces.
Cántico
Apocalipsis 11, 17-18;12, 10b-12a: El juicio de Dios
Ant: Vuélvete, Señor, a nosotros y no tardes más en venir.
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las gentes,llegó tu cólera,y el tiempo de que sean juzgados los muertos,y de dar el galardón a tus siervos, los profetas,y a los santos y a los que temen tu nombre,y a los pequeños y a los grandes, y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio que dieron, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte. Por esto, estad alegres, cielos, y los que moráis en sus tiendas.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Vuélvete, Señor, a nosotros y no tardes más en venir.
Lectura
St 5,7-8.9b
Tened paciencia hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. Mirad que el juez está ya a la puerta.
V/. Despierta tu poder y ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.R/. Despierta tu poder y ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.V/. Que brille tu rostro y nos salve.R/. Señor Dios de los ejércitos.V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu SantoR/. Despierta tu poder y ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
Cántico Ev.
Ant: Festejad a Jerusalén, gozad con ella siempre, todos los que la amáis.
(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)Proclama mi alma la grandeza del Señor,se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo,y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Festejad a Jerusalén, gozad con ella siempre, todos los que la amáis.
Preces
Imploremos a Cristo, luz resplandeciente, que prometieron los profetas a los que habitan en tierra de sombras, y digámosle:
Ven, Señor Jesús Cristo, Palabra de Dios, que en el principio creaste todas las cosas, y en la etapa final del mundo tomaste nuestra naturaleza humana,ven y arráncanos de la muerte. Luz verdadera que alumbra a todo hombre,ven y disipa las tinieblas de nuestra ignorancia. Hijo único que estás en el seno del Padre,ven y danos a conocer el amor de Dios. Cristo Jesús, que viniste a nosotros como Hijo del hombre,
concede a cuantos te reciben el poder de ser hijos de Dios.Tú que abres las puertas de todas las cárceles,admite en el festín de tus bodas a cuantos aguardan a la puerta.
Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos con confianza a Dios, nuestro Padre:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;venga a nosotros tu reino;hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.No nos dejes caer en la tentación,y líbranos del mal.
Final
Somos siervos indignos de ti, Señor, y estamos afligidos por nuestros pecados; haznos encontrar la alegría en la venida salvadora de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.