Inicio - Reflexiones - Temas - Esperanza - María, reina de las familias I padre Carlos Yepes
Generic filters

Filtro

María, reina de las familias I padre Carlos Yepes

 

María, reina en nuestra familia

“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza.” Apocalipsis 12, 1

En los misterios Gloriosos reflexionamos sobre “La Coronación de la Santísima Virgen”, ella con el poder de su dulzura llena el mundo de amor. Sin embargo, es en el seno de las familias donde reina con fuerza para cobijar a cada uno en su maternal abrazo y enseñarle, al estilo de la familia de Nazareth, los valores rectores que se deben sembrar para hacer el bien en la sociedad.

Las familias necesitan hoy fundamentos y pilares profundos que sostengan el hogar. Ser conscientes de las exigencias del mundo permite prepararse antes de salir a él. Es la familia la mayor escuela para ello. Hay una responsabilidad muy grande por validar las acciones de cada uno de los miembros de la familia, es necesario tener radares que enciendan alarmas cuando las situaciones se estén saliendo de control, en vez de guardar silencio o no prestar atención por las múltiples ocupaciones laborales y personales.

María que supo guardar siempre todo en su corazón sabe qué es lo que necesitamos guardar en nuestro interior. Ella sabe filtrar las emociones, discernir entre las propuestas que se plantean. Ella como madre, esposa y amiga tiene la visión para desplegar matices de empatía hacia cada uno de los frentes de las familias.

Escucha la reflexión del padre Carlos Yepes en relación con este tema.

Si una madre terrenal se percata de cada mínimo detalle de su familia. Está presta a servir en todo lo que es necesario, intuye cuando hay dolor y sufrimiento. María, la madre del cielo, es la que, en armonía, presenta al Señor cada una de las necesidades de los hogares. Ella consuela, enseña el valor de una fe enmarcada en el servicio, ama en libertad a los suyos y los entrega confiadamente en los brazos del Padre, es diligente al momento de cumplir las misiones que Dios le traza, es la gran coequipera del Espíritu Santo, pues al ser la llena de gracia da testimonio del obrar del Santo Espíritu en su vida. María no se queda con nada, lo comparte y lo transmite todo.

Abre la puerta de tu casa a María, acógela y déjala vivir en el seno de tu hogar. Jesús no se equivoca, Él sabe que, al entregarnos a su madre en la cruz, donde ella se llenó de una valentía celestial, nos ayudará a batallar las situaciones más difíciles. El regalo está dado, es tarea nuestra dejar que María reine en las familias del mundo entero para que, conducidos por su amor a los pies de Jesús seamos revestidos y levantados.

 

Loading