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La entrada triunfal de Jesús: Domingo de Ramos y el comienzo de la Semana Santa

Domingo de Ramos

El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa y conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, días antes de su pasión, crucifixión, muerte y resurrección.

Pero ¿Qué significado tiene la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén?

Cada año, la liturgia de la iglesia presenta las lecturas del Evangelio del Domingo de Ramos que narran los detalles de este suceso. Se hace la procesión de ramos, se agitan los ramos y se proclama «¡Hosanna al Hijo de David!». Este gesto de mover los ramos simboliza la aclamación de Jesús como Rey y Salvador. Los ramos son un símbolo de victoria y triunfo para el creyente y se utilizan durante el Domingo de Ramos para recrear a la multitud, que recibió a Jesús con ramos cuando hizo su entrada triunfal en Jerusalén montado en un burro.

Sin embargo, es muy importante considerar este día en clave de fe, de lo contrario, sería solo un pasaje pintoresco que cuenta una historia, pero que no confronta la vida.

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Por un lado, la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en domingo de ramos montado en un burro, mientras la multitud lo aclama con ramos de palma, es una manifestación pública de su identidad como el Mesías esperado, en cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, como se describe en Zacarías 9, 9 (Biblia) “Alégrate mucho, ciudad de Sión! ¡Canta de alegría, ciudad de Jerusalén! Tu rey viene a ti, justo y victorioso, pero humilde, montado en un burro, en un burrito, cría de una burra”

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A su vez, el signo manifestado en el burro, un animal asociado con la humildad, en contraste con los caballos utilizados por los conquistadores, demuestra la realeza divina de Jesús, de una manera inesperada y contra las expectativas humanas.

La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en domingo de ramos es la puerta de ingreso a los eventos que llevarían a la pasión, crucifixión, muerte y resurrección. Es un llamado a una fe genuina y entrega sincera, ya que nos invita a reflexionar sobre nuestras verdaderas intenciones hacia Jesús.

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La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en domingo de ramos tiene su origen en los evangelios de San Mateo 21:1-11 (Biblia), Evangelio de San Marcos 11:1-11, Evangelio de San Lucas 19:28-44, Evangelio de San Juan 12:12-19

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Y es que reflexionar sobre la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en domingo de ramos, en términos de fe, arroja muchas enseñanzas, como, por ejemplo:

1). La naturaleza humana y la fragilidad de la fe:

La multitud que aclamó a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén en domingo de ramos estaba llena de expectativas y emociones, pero su comprensión de quién era Jesús y de su misión no era completa. Con esto entendemos que, estar sujetos a influencias externas, como las presiones sociales y políticas del momento, pueden hacer tambalear la fe si no está bien cimentada.

Una fe volátil, no es una fe madura, es una fe, muchas veces, conveniente que se ajusta de acuerdo a las necesidades.

El ser humano y su condición de fe es frágil, pero en esta semana santa el desafío está en cimentarla, imitando a Jesús que supo sortear siempre su vida en clave de fe.

2). La libertad (el libre albedrío):

El ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios. Fue creado por amor y para el amor, sin embargo, la libertad se fractura por el pecado.

A pesar de las circunstancias, cada individuo tiene la capacidad de tomar decisiones y actuar de acuerdo con su propia conciencia y escala de valores. Por ejemplo, algunas personas que aclamaron a Jesús en la entrada triunfal en Jerusalén en domingo de ramos, pueden haber sido influenciadas por la multitud, pero otras pueden haber tenido una fe más genuina y duradera, de acuerdo a la coherencia de sus creencias.

La lealtad, primero a Dios, después a nosotros mismos, a nuestros principios y a los demás es determinante con la manera cómo se emplea la libertad. Por eso, en este Domingo de Ramos y especialmente en esta Semana Santa es tan importante confrontarse y autoevaluarse para dimensionar el uso que le estoy dando a mi libertad.

3). Resistencia frente al mal y persistencia frente al Bien:

Es una realidad que el mal y el bien coexisten. En ese sentido, la decisión entre estos dos caminos se hace evidente en todos los ámbitos de la vida, y son los pequeños y constantes actos elegidos, los que van forjando el sendero de paz y armonía o de turbulencia y oscuridad del hombre o de la mujer.

La tentación siempre propone falsas recompensas, es decir, promete lo que no es capaz de cumplir, y algunos seres humanos guiados por la terquedad y la dureza del corazón, tienden a caer en esta trampa. Mientras que otros, abren su corazón y están atentos a saber discernir lo que es el bien y el mal. Deuteronomio 30, 15 (Biblia) nos hablará “hoy pongo delante de ti la vida y el bien; la muerte y el mal. Pues yo te mando hoy amar al Señor, tu Dios, seguir sus caminos, observar sus preceptos, mandatos y decretos”.

entrada triunfal de Jesús en Jerusalén

Jesús siempre resistió el mal, incluso en medio de la sentencia a muerte, siendo inocente, supo sobre llevar con entereza su misión salvífica hasta el final e hizo el bien que necesitaba hacer.
Precisamente en la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en Domingo de Ramos, Él supo el mal que iba a enfrentar en días posteriores, pero sabía que el plan de Dios debía cumplirse para el bien de la humanidad.

Que en esta semana santa identifiquemos las tentaciones que se presentan en nuestras vidas y podamos decir como lo hacemos en la oración del padre nuestro, ¡No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal! Y, finalmente, hagamos el bien.

4). Confianza y abandono en Dios:

El Domingo de Ramos es un recordatorio de la fidelidad de Dios a sus promesas. Los creyentes ven en la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en Domingo de Ramos la realización de las profecías del Antiguo Testamento, lo que fortalece su fe en la providencia divina.

Pero, si esa confianza en Dios, no se fortalece, se pierde fácilmente. Y eso fue lo que ocurrió con el pueblo que, aclamando al Mesías, después apuntaba a su crucifixión y muerte.

Jesús, quien, a pesar del desconsuelo, del dolor, de la impotencia, reconoció su vulnerabilidad al expresar que quería que se apartara de Él ese cáliz, pero al final la confianza y el abandono en Dios era tan sincero que exclamó: “Que no se haga mi voluntad, sino la tuya” Evangelio de San Lucas 22,42 (Biblia)

En este Domingo de Ramos recibe la bendición de palmas acercándote a cada parroquia, es un momento de oración que te une a Jesús y a su entrada triunfal a Jerusalén.

Domingo de ramos - hossana al salvador

¿Cómo perseverar en la fe?

Perseverar en la fe es un desafío común para muchos creyentes, aun cuando haya impaciencia y se busquen resultados inmediatos.

Hoy, Domingo de Ramos y en el marco del inicio de la Semana Santa, sabemos lo que conmemoraremos en los próximos días, y es una invitación a interiorizar la pasión, crucifixión, muerte y resurrección de Jesús.

Pero, cómo enfrentar las batallas de fe en nuestra vida, esas de las que no sabemos el camino a seguir, porque no sabemos cómo gestionar nuestro pasado, vivir el presente y enfrentar el futuro, y empezarlas a realizar en esta semana santa y hoy domingo de ramos.

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Aquí hay algunas sugerencias que podrían ayudar:

Oración y reflexión: La oración y la reflexión son herramientas poderosas para cultivar la paciencia y fortalecer la fe. Tomarse el tiempo para conectarse con Dios, expresar preocupaciones y buscar orientación puede proporcionar una sensación de calma y claridad en medio de la tormenta de la impaciencia.

Meditar el Evangelio diario: Sumergirse en las enseñanzas de Jesús puede ofrecer perspectivas y ejemplos de cómo perseverar en la fe a pesar de las dificultades y los tiempos de espera. La lectura regular del evangelio puede nutrir y fortalecer la fe.

Comunidad de fe: Buscar apoyo en una comunidad de fe puede ser de gran ayuda cuando la impaciencia amenaza con socavar la fe. Compartir experiencias, orar juntos y recibir aliento de otros creyentes pueden proporcionar un sentido de unidad, perseverancia y comunión con Dios.

 

Práctica de la gratitud: Cultivar una actitud de gratitud hacia Dios y todo lo que se te ha dado puede ayudar a contrarrestar la impaciencia y fortalecer la fe. Reconocer las bendiciones presentes, incluso en medio de las pruebas, puede ayudar a mantener una perspectiva positiva y centrada en Dios.

Pide la gracia de la esperanza: Recordar que Dios tiene un plan perfecto y que todas las cosas trabajan juntas para bien, puede brindar consuelo y esperanza en tiempos de impaciencia. Confiar en la sabiduría y el tiempo de Dios puede ayudar a mantener la fe firme, incluso cuando las respuestas y soluciones parecen tardar en llegar.

En definitiva, si has llegado hasta aquí con esta lectura, y te das cuenta que la impaciencia está cobrando gran importancia en tu camino de la fe, reconoce que es una tentación que está tratando, quizá, de desdibujar certezas o hacer ruido con muchos pensamientos.
En este sentido, te recomendamos que tengas en cuenta las siguientes ideas en esta Semana Santa y hoy Domingo de Ramos:

Con la tentación no se dialoga:
Cortar con relaciones, amistades o entornos que contribuyen significativamente a la tentación, al pecado y a alejarte de Dios, puede ser necesario para proteger la propia integridad espiritual.

Es mejor decir: “De aquí huyó porque aquí caigo”

Evita situaciones de riesgo. Identifica conscientemente situaciones o actividades que puedan desencadenar la tentación y mantente firme en la fe. Esto podría implicar cambios significativos en la rutina diaria o en las actividades sociales.

Practica la mortificación:

La mortificación, que implica negarse a uno mismo y renunciar a ciertos placeres o comodidades por amor a Dios, puede ser una forma radical de resistir la tentación y fortalecer la voluntad.

Buscar ayuda profesional o espiritual:

En casos graves de adicción o comportamiento compulsivo, buscar ayuda profesional de consejeros, sacerdotes puede ser necesario para superar la tentación y el pecado.

Serio compromiso espiritual:

Esto puede incluir períodos prolongados de oración, ayuno y retiro espiritual para buscar la fortaleza y la claridad necesarias para resistir la tentación.

Que este inicio de Semana Santa en Domingo de Ramos sea una forma de vivir mejor, de hacer el bien, de dejar atrás el mal y de acercarse más a Dios y entender como Jesús enfrentó la prueba de su pasión, crucifixión, muerte y resurrección y lo hizo para salvar al mundo del pecado

Terminamos interiorizando las frases bíblicas del evangelio de San Marcos 11, 10 (Biblia), del evangelio de San Mateo 21, 9 (Biblia), del evangelio de San Juan 12 -13en este domingo de ramos donde se celebra la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y decimos:
«¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Hosanna en las alturas!»

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