Santa Cruz
En las cruces de la vida identificamos que, aunque todos se vayan, Dios permanece.
El misterio de la cruz lo trasciende todo, lo permea todo, lo fecunda todo, porque “un cristianismo sin cruz se vuelve estéril” Papa Francisco.
El 3 de mayo, distintos países del mundo entero, especialmente, de habla hispana, celebran el día de la Santa Cruz adorándola con flores y conmemorando este signo poderoso del cristianismo.
Pero, ¿por qué se adora la Santa Cruz?
Por devoción: Adorar o exaltar la Santa Cruz es un acto de devoción y reverencia hacia Jesucristo y su obra redentora. Los creyentes vemos la cruz como un símbolo sagrado que representa el amor incondicional de Dios y el sacrificio supremo de Cristo por la salvación de la humanidad.
Gratitud por el sacrificio de Cristo: La cruz es un recordatorio tangible del sufrimiento y la muerte de Jesucristo en la crucifixión. Por ello, adorarla es una forma de recordar, meditar y agradecer sobre el sacrificio de Cristo y su significado para la fe.
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Expresión de amor: Al adorar la Santa Cruz, entendemos que es el signo más genuino desde donde Jesús quiso decirle a la humanidad: te amo. Y, reconociendo nuestra Cruz y uniéndola a la de Cristo, le ratificamos que su amor es lo único necesario en nuestra vida.
Fuente de fortaleza espiritual: Para muchos, la adoración de la Santa Cruz es una fuente de fortaleza espiritual y consuelo en tiempos de dificultad. La cruz representa la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, ofreciendo esperanza y consuelo a quienes enfrentamos desafíos en la vida.
Te invitamos a ver el siguiente especial sobre la Santa Cruz.
